Kenia, Tanzania y Zanzíbar

Para quienes amen los safaris, Kenia y Tanzania tienen reservas naturales y Parques Nacionales de gran interés. Muchos animales viven y cazan al margen de los vehículos que los rodean. Es un espectáculo para no perderse.

Los paseos por el Masai Mara y el Serengeti atravesando la sabana, sus aves, reptiles y mamíferos, y las puestas de sol, te llenan por completo.

Y a nivel humano, la cultura masai nos habla de tradiciones obsoletas, como la de la mutilación genital femenina. Al respecto, esta ha sido mi experiencia:

En esta casa vive una familia masai: la pareja y tres criaturas. Lo que más me tocó del viaje fue la conexión vivida con alguna de sus mujeres, cogidas de la mano largo tiempo mientras nos mirábamos a los ojos. Mirándonos, tocándonos y sintiéndonos empáticamente. A veces, no hacen falta las palabras. En esta vivienda pude preguntar al jefe de la familia sobre asuntos cotidianos, mientras una mujer ("su" mujer) permanecía escondida en un huequecito a oscuras y en silencio, con un bebé entre sus brazos, y a la que no dejó salir, pese a mi petición. Estas fueron las respuestas a mis preguntas: los hombres tienen entre 10 y 12 mujeres para ellos; a las mujeres se las mutilan los genitales a los 15 años (¡15 años!, cuando ya se ha conocido la sexualidad); las mujeres construyen las viviendas, realizan las tareas domésticas, se encargan de los cuidados y fabrican la artesanía, los niños se encargan de la ganadería, y los hombres... protegen al grupo (¿y quién les protege a ellas de ellos?).

Mientras salíamos de la vivienda permanecí largo tiempo frente a aquella mujer oculta, sintiéndonos. Su tristeza permaneció en mi corazón y aún sigue allí.

La visita era turística, pero mirando más allá, se puede convertir en una apertura a otras historias; a veces felices, y otras, tremendamente tristes.

El pasado verano, la Unión Africana prohibió la práctica de la ablación, pero ya sabemos la distancia que a menudo hay entre las leyes y la realidad. Una distancia infinita.